¿Cómo pueden lxs artistas contemporánexs habitar un contexto de múltiples crisis que representa una amenaza para ellxs y, a la vez, cumplir con la expectativa de producir un arte que responda críticamente a esas mismas condiciones?
En los últimos años hemos visto cómo diversas instituciones del arte contemporáneo (museos, bienales, fondos, concursos, etc.) reconocen y valoran prácticas artísticas que se posicionan críticamente frente a diversas crisis locales y globales. Sin embargo, estas mismas crisis (económicas, políticas, ambientales, sanitarias) precarizan las condiciones materiales en las que lxs artistas trabajan y subsisten. Así, aparece una paradoja: se espera que lxs artistas produzcan un arte crítico sobre las condiciones que simultáneamente amenazan su propia capacidad de producción. ¿Qué clase de fricciones emergen de esta ambivalencia? ¿Cómo esta serie de condiciones intervienen en los lenguajes que utilizan lxs artistas para crear objetos y proyectos artísticos? ¿Qué rol cumplen las instituciones y sus actores clave en la organización y gestión de este sistema?
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